viernes, 10 de agosto de 2012

Cientos de obras grandiosas del saber denominado por sus detractores pagano, hereje o infiel, que podrían iluminar nuestro limitado entender de lo que es y significa realmente el ambarluna y despejar la turbiedad que cubre todo lo relacionado con las propiedades y los efectos de esta curiosa y enigmática resina, se encuentran por desgracia secuestradas en secciones reservadas y prohibidas de la Biblioteca Vaticana. Sabemos de buena fuente que ahí se halla, por ejemplo, el tratado Marjhul-Eb, atribuido a Hadi El-Tounsi Ibn-Raj, que habla tanto de ajedrez y cetrería como de ocultismo y numerología. Este astrólogo egipcio que acompañó en sus derroteros por el septentrión africano al famoso viajero Ibn Batuta, se declaró adicto a las secuelas voluptuosas del ambarluna, con resultados físicos y mentales desastrosos. Y es que ni la cura más universal ni el más vigoroso de los venenos hace daño si la porción y proporción son adecuadas, pero basta alterar este equilibrio para que los papeles se trastoquen, y sabemos que el consumo obsesivo de éste aún arcano bálsamo siempre ha sido tan caro y dispendioso como extravagante y perjudicial. Otras obras que podrían disipar los enigmas del ambarluna perecieron por el fuego atrapadas en los claustros y laberintos secretos de una famosa abadía benedictina del norte de Italia, conflagración tan memorable como infausta y de aciagas consecuencias, según lo relató el franciscano Adso de Melk, que la presenció tratando – infructuosamente - de rescatar algunos de los cientos de valiosos pergaminos que ardieron en su biblioteca. A su celo se debe que hoy conozcamos, salvado milagrosamente del fuego, un curioso himno dedicado al ambarluna, compuesto en la forma griega troparion y kontakion por Hildegarda de Bingen, así como fragmentos de lo que la beguina Hadewych de Amberes y después de ella Margarita Porete, reunieron acerca de la metafísica de esa portentosa resina, valiéndole a esta última mística ser acusada de hereje y morir en la hoguera. Mucha más información debió perderse en aquel otro y previo incendio de Alejandría… [CónicasAmbarluna14] (10ago12)

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