martes, 12 de junio de 2012

Hasta su madriguera llegó el olor de los rescoldos apagados. La despertó un desaliento que caía en cada gota de lluvia, un desencanto tañendo en el eco de los murmullos lejanos. Es de brujas - se dijo, mirándose en el reflejo del estanque subterráneo - sentir como herida en carne propia la desesperanza colgando del hielo, la ira contenida que brota desatinada del agobiante bochorno. Entre otras maldiciones, a las brujas les corresponde acompañar silenciosas e invisibles los pasos perdidos, sin guía ni brújula, de un pueblo trashumante vacío de estrellas y de ruta; un pueblo de peregrinos maniatados, abandonados de siglos, lejanos de su mítico lugar de génesis, acobardados por los descaminos de la noche. Si su alma supiera – murmuró poniendo en orden la secuencia ambarlunar del hechizo – que la llave que abre el cofre de las dudas y las soluciones está al alcance, invisible sólo por amor al sufrimiento. Atreverse a mirar en el espejo el odio y el resentimiento que ahoga y nubla la simiente verdadera, intentar reconocer el acto de voluntad y fuego que les dio origen… Pero ello requiere del viaje a los límites y a la historia, develar la semilla y el útero de la gestación, mirar a los ojos al dúo creador y honrarlo; requiere determinación y mucho valor, la decisión de traspasar conscientes el momento angustiante de la catarsis y el vómito: permitirlo, propiciarlo, disponerlo. Y es poco lo que las brujas pueden hacer salvo acompañar y sentir y padecer al unísono. La magia funciona con el mecanismo de la voluntad, no es más que un instrumento y confluye en esta revelación: que el resultado jamás será distinto si el procedimiento sigue siendo una y otra vez igual; o lo que es lo mismo, invariablemente se cosechará aquello que se siembre. La tierra, la lluvia, el sol, la luna, los vientos se conjugarán en el pacto que han signado y nada más; el grano hará lo imposible por desarrollar toda su potencia, dejará salir una pequeña raíz que se anclará en la humedad, soltará un tallo que a ciegas buscará la salida entre grietas y guijarros, pero florecerá según el designio de su esencia. Nada hay que pueda cambiar esta verdad, al menos en cuanto a los principios que rigen este universo en el que, por ahora, convergen brujas y humanos. Tal es el orden jerárquico del sortilegio… [Paréntesis4]

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