Mucho se habla de la Diosa, y todas sus representaciones son
válidas. Para eso y por eso Ella es la Creación. Las brujas habitamos en sus
suaves flancos, en la calidez de su vientre. También conocemos el toque gélido
de su mirada y no nos hacemos ilusiones acerca de su implacable ferocidad. La
Diosa medra, prospera y florece en el caos de la vida, en los movimientos fortuitos
de la naturaleza, en el desplazamiento aleatorio del devenir, en el azar que simboliza
la verdadera naturaleza de las cosas. Las sorginak intentamos mediante nuestra
magia darle el sentido y el significado al propósito que anima nuestra
encomienda y que es nuestra razón de existir; mas tampoco nos engañamos.
Estamos sujetas al mismo desplante y capricho de la Diosa y sus designios, al
igual que otros seres de luz y de sombra, en éste y en otros universos, y a
Ella servimos más allá de cualquier otra lealtad.
[Paréntesis19] (27feb13)
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