sábado, 11 de mayo de 2013

VIAJE EN GLOBO



Algunos dirían que usurpé indebidamente el lugar de Passepartout, pero no fue así. Él galantemente me lo cedió e incluso me prestó su traje, corbata y bombín. No que yo pueda hacerme pasar por un hombre, cosa que tampoco era el objetivo. Se trataba de cumplir con las obsesiones de Phileas Fogg, caballero de hábitos inmutables, costumbres incorruptibles, manías sempiternas y actos llevados a cabo con precisión matemática y cronométrica. Si quería acompañarle en este inusitado viaje en globo, me vestiría con el uniforme de Passepartout y pasaría (y pasearía) así por todas partes sirviendo a Mr. Fogg, atendiendo sus caprichos y resolviéndole a fin de cuentas los obstáculos y las vicisitudes del camino. No me importó hacerlo, pues nada hay comparable a escuchar el susurrante aletear de centenares de mariposas encargadas de conducirnos por derroteros inciertos al ritmo del viento y de los ciclos lunares.  [Paréntesis22] (8may13)


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