"Dame
tu corazón. Hazlo real. Si no, ¡olvídalo!", me susurra entre sueños
ambarlunares la inconfundible cascada de sonidos que Carlos Santana arranca de
su guitarra en esta madrugada de domingo mientras el viento sopla y aromas
marinos se cuelan por las rendijas trayendo tu recuerdo. Miro el despertador.
Las 4:57. Eres mi primer pensamiento del día. Y el segundo son los guantes que
me regalaste. Rojos. A tono con mi sombrero. Son guantes de piel, ciñen mis
dedos, se acoplan a la palma y al dorso, terminan en la muñeca. ¡Me parecen tan
sexys! Pienso quitármelos cuando llegues. Poco a poco, deslizándolos
suavemente. No creo que te importe que sean la única prenda de vestir que
traiga puesta. [CrónicasAmbarluna50] (5may13)
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