viernes, 16 de noviembre de 2012

“Regálame un pensamiento de cuando en cuando”, me dices… ¿Aceptas las madrugadas en las que todos mis anhelos se concentran en que suene el teléfono? ¿Te sirve lo que escribo y, sobre todo, lo que se queda en el tintero? ¿Quieres mis latidos y pulsaciones, mi respiración, mis continuas operaciones límbicas, las conexiones a chispazos de mis neuronas? Te ofrezco todo eso y también mi piel, la caricia de mi boca, el deleite de mis manos, el abrazo de mis muslos, la humedad de mis labios… Por lo demás, no puedo regalarte lo que es tuyo. [CrónicasAmbarluna28] (16nov12)

No hay comentarios:

Publicar un comentario