Soñé que me llamabas. Que tu voz
penetraba una a una las capas de mi sueño hasta encontrarme hecha un ovillo en
tu lado de la cama. “Un bultito”, dijiste. Querías escuchar mi voz y saber si
estaba desnuda. Recuerdo que sonreí y te contesté, “Es que hace calor, mi
amor”. Adiviné tu risa queda, ese sonido suave y ronco que tanto me gusta y que
es del tono y del sabor de la noche: tu elemento. “Sabes que te amo, ¿verdad?”,
te dije y tú me susurraste al oído eso que me encanta escuchar, que me envuelve
la piel y despierta mis poros y acelera mi pulso y me estremece. Cuando
desperté por la mañana, me di cuenta que no había sido un sueño, que el celular
en efecto sonó a la 1:58 de la madrugada y que sí estuviste aquí, me acariciaste
con tus palabras y me meciste en tus brazos. Desperté contenta y enamorada.
[CrónicasAmbarluna43]
(08mar13)
No hay comentarios:
Publicar un comentario